Vencer las adicciones es un ideal para todo ser humano, infortunadamente no es tan sencillo hacerlo, pues el control mental que las gobierna y maneja no es un proceso consciente sino subconsciente o inconsciente.
Vencer las adicciones comienza por reconocer aunque sólo sea de forma consciente que se es adicto a cualquier tipo de ellas, entre las cuales hay varios ejemplos: adicción al alcohol, adicción al tabaco o cigarrillo, adicción a las drogas alucinógenas, adicción a las drogas médicas, adicción al juego, adicción al sexo, adicción a la comida, adicción al trabajo, a las compras compulsivas, a la pornografía, a decir mentiras, al robo, a la depresión, etc.
Estas son las adicciones más comunes, sin embargo cualquier comportamiento continuo que degrade o esclavice al ser humano y lo afecte o afecte a otros se convierte en adicción y debe tratarse antes de que sea demasiado tarde.
Una adicción refleja ante todo la pérdida de voluntad de una persona frente a un comportamiento esclavizante y autodestructivo. En psicología práctica existe un dicho popular que afirma: «no existe nada parecido a un esclavo bien adaptado». Sin embargo es muy difícil que un adicto reconozca que tiene un problema de adicción, y lo hacen porque generalmente tienen un deseo interior, carencia o necesidad altamente insatisfechos, lo cual hace que siempre se justifiquen para actuar de la manera destructiva en que lo hacen ya sea en contra de ellos mismos o en contra de otros.
Las adicciones ante todo son conductas y hábitos patológicos, esclavizantes y autodestructivos ya sea a corto, mediano o largo plazo y aunque comienzan como un tema de aventura, van avanzando hasta devorar por completo a su dueño. Y acaban tarde o temprano con la salud espiritual, mental, física y emocional de cualquiera. Las personas adictas tarde que temprano sino reciben tratamiento pueden terminar en un cementerio, privados de la libertad en una cárcel, en un sanatorio mental, en la calle como indigentes o postrados en una cama padeciendo una lenta o acelerada enfermedad terminal.
Por eso las adicciones son un tema no negociable y muy serio que pueden destruir una vida humana en cuestión de poco tiempo, y como en el caso del cáncer la rehabilitación se puede hacer mejor si se diagnostica a tiempo. Existen además serios estímulos para contraer una adicción y es por un lado estar sometido a un aislamiento continuo, lo cual genera conductas patológicas a nivel psiquiátrico y el estar asociado a ambientes o personas que han desarrollado una adicción o que frecuentan los síntomas.
Los casos más comunes son la asociación con: alcohólicos, drogadictos, fumadores, grupos de delincuentes organizados, estafadores, tahúres, prostitución, etc. Hay que tener en claro que todo el mundo es vulnerable bajo presión y todas estas adicciones comienzan generalmente porque una persona ingenua o inexperta, adolescente o adulto joven por querer impresionar a otros entra en el oscuro mundo de cualquier adicción y se asocia con personas enfermas: mental, emocional y físicamente comenzando así un proceso de acompañamiento e influencia bajo presión para que inicie un consumo, lo continue y/o ejecute conductas antisociales o autodestructivas que pueden llevar a un desenlace fatal al nuevo adicto quien ha pagado muy caro su osadía o ingenua curiosidad.
En los adultos maduros y mayores el proceso no es igual dado que ya están mucho más afirmados los principios y valores, si los tienen, por lo cual muchos tienen claro que ambientes y personas frecuentar y cuales no para evitar consecuencias lamentables.
Ahora analicemos el proceso adictivo como ocurre a nivel mental y emocional:
La mente humana como se le conoce está dividida en dos parte fundamentales que son:
Parte Consciente: que a través de los cinco sentidos vista, oído tacto, gusto y olfato toma reconocimiento del mundo y cuestiona o elabora modelos y razonamientos. Su función principal es «PENSAR» y controla el comportamiento en un 5%.
Parte Subconsciente o Inconsciente: que se define como «programa de actos, pensamientos y/o emociones intensas que ejecuta acciones en cualquier persona y que obliga a seguirlos haciendo”. Su función principal es la de «DECIDIR» los actos de una persona y una vez recibe un programación determinada obliga a continuar el comportamiento generando así una seria adicción. El Subconsciente por ser un programa no cuestiona la naturaleza de los actos o de los pensamientos, razón por la cual se le conoce como el » Jefe Bruto» porque no piensa pero obliga.
Y controla el comportamiento humano en un 95% Por esta razón es tan difícil que una adicción desaparezca de un momento a otro, porque se ha convertido en un proceso inconsciente y se necesita de otro proceso semejante pero en sentido inverso para cambiar la programación mental del afectado y rehabilitarlo.
Las emociones en general son poderosas anclas para fijar comportamientos inconscientes, así por ejemplo si una persona que ha sufrido un desengaño amoroso y no tiene o recibe apoyo moral, lo más seguro es que recurra o desarrolle un proceso adictivo con las drogas o el alcohol. Así como una persona que fue privada de cariño y aprecio en su más tierna infancia puede desarrollar un resentimiento tal contra otros que la lleve a cometer actos delictivos.
Esto no quiere decir que todo el mundo que ha sido sometido a las mismas circunstancias tenga que operar así, pero las emociones normalmente ciegan el entendimiento de la gran mayoría de personas en los momentos de gran presión psicológica y desarrollan hábitos inconscientes negativos que más tarde muchos tienen que lamentar.
La adicción al juego por ejemplo es una de las más agresivas donde el adicto o tahúr pierde tarde o temprano todo lo que consiguió ya sea poco o mucho, y se va a la bancarrota económica, sacrificando ahorros, sueldos, prestaciones o negocios. Y esto es causado por una emoción de ganar llevada al extremo que no mide consecuencias porque se implanta en el cerebro de forma inconsciente y genera entonces una compulsión a apostar todo lo que tiene y no parar.
La adicción a las drogas y el alcohol pueden venir tanto por el efecto negativo de malas compañías así como de traumas y carencias de afecto que han sufrido las personas a través de la vida, esto sin contar que además exista una predisposición genética.
Por supuesto que en las adicciones donde intervienen sustancias químicas, el efecto se acelera y consolida como resultado de la acción química y orgánica de los componentes, como en el caso de la nicotina para los fumadores, el alcohol para los alcohólicos y las drogas tanto alucinógenas como médicas para los adictos y fármaco dependientes.
A continuación una serie de recomendaciones útiles para tratar las adicciones en general:
- Las adicciones son procesos inconscientes que no se pueden acabar de un día para otro. Es necesario una rehabilitación y reprogramación mental de la parte subconsciente o inconsciente de la mente.
- Si existen recuerdos y emociones dolorosos que generan la conducta habrá que cambiar la interpretación de los hechos en el cerebro. Mas no es posible eliminarlos.
- Si padeces alguna adicción debes en primer término aceptar que tienes un problema serio que debes enfrentar y busca ayuda profesional antes de que sea demasiado tarde. Ver recursos recomendados.
- Comienza por imaginar y visualizar una vida libre de adicciones sea: alcohol, cigarrillos, drogas, juegos, sexo, etc. Y mira tu ser como una máquina perfecta que no necesita de esos estímulos externos para sentirse mejor. Busca ayuda espiritual.
- Aunque hemos hablado de la formación y el avance de una patología adictiva a nivel del sistema nervioso y orgánico, también en las adicciones queda muy comprometida la necesidad de una sanación espiritual con el poder de nuestro ser creador Dios.
- Un tratamiento completo para las adicciones necesita atender cuatro partes específicas: espiritual, mental, emocional y física por separado. Aprende cómo hacerlo a través de nuestros recursos recomendados.
- Debes ser consciente de tu entorno inmediato. ¿Qué tipo de personas frecuentas y qué tipo de hábitos y costumbres tienen?, si están enfermos y están esclavizados a cualquier forma de adicción son compañías que no te van ayudar. Busca la asociación con personas que tengan hábitos de vida y costumbres sanas.
- No negocies tu salud y tu vida. Las adicciones generan consecuencias muy dolorosas y pueden acabar con tu vida lenta o rápidamente. Repite esta fase mentalmente varias veces: «Mi vida es demasiado valiosa para perderla tristemente» antes de dormirte en las noches y al levantarte en la mañana. Si tienes problemas con los recuerdos de un pasado doloroso debes aceptarlo y lo puedes hacer a través del poder de las declaraciones. Ver recursos recomendados.
- En el caso de que no seas tú quien sufre una adicción y sea un familiar como sucede a menudo: hijos, padres, amigos, etc., puedes ayudarlo con herramientas profesionales y brindando apoyo moral para que recobre la confianza y crea en que lo pude hacer.
- En las calles del mundo hay muchos indigentes que son adictos terminales y que no pudieron recuperarse de su adicción porque en sus hogares fueron señalados, juzgados y despreciados. Y esto no funciona, hay que acompañar al adicto en el proceso y apoyarlo. Obviamente si ya el problema está muy avanzado y hay que aislarlo se le debe acompañar pero que sienta que no está solo y que lo puede hacer.
- Podría pensarse que las adicciones sólo le ocurren a unos pocos desgraciados que caen en ellas. Pero la verdad es que cualquier persona que se expone a los factores de riesgo y no se preocupa por protegerse espiritual, mental y emocionalmente puede caer en ellas con las mismas terribles consecuencias.
- La repetición de mensajes hablados o escritos es muy importante para la reprogramación mental de cualquier persona y muy especialmente para un adicto de cualquier clase. Por lo tanto lee libros recomendados y haz uso de los recursos que hoy te proporciona la Educación Práctica.
- Existen métodos profesionales para reconectar emociones positivas que hagan que el adicto tome control de sus ansiedades y evite las ocasiones para recaer.
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